miércoles, 30 de marzo de 2016

2.5. Reflexión


Para comer bien necesitamos alimentarnos de forma variada y equilibrada. En nuestra dieta debemos incluir los distintos tipos de alimentos, en proporciones y cantidades variables. Estas cantidades variarán según la persona y sus hábitos de vida. Una proporción de los distintos grupos alimenticios, 55% de hidratos de carbono, 30 % de grasas y 15 % de proteínas, sería adecuada para tener esa dieta variada y equilibrada, aunque claro está las proporciones variarán según la persona.
A la hora de elaborar nuestra dieta debemos conocer muy bien qué es lo que comemos, el grupo alimenticio al que pertenece ese alimento, su contenido calórico, y muy importante, cómo lo elaboramos, o cómo lo han elaborado. Para ello nada mejor que un pequeño vistazo al etiquetado del producto, en él además de la procedencia, que a veces parece que es lo que más nos preocupa, veremos ingredientes, cantidades diarias recomendadas y procesos de elaboración y conservación.

A mis alumnos les suelo proponer, que me hagan un menú diario, con cantidades aproximadas y aporte calórico. Además realizamos un análisis de nuestra actividad diaria y calculamos nuestra tasa metabólica basal. La diferencia entre el aporte y el gasto nos da una idea de la idoneidad de nuestra dieta. A partir de aquí trabajamos en la mejora tanto en cantidad como en calidad de nuestros alimentos.

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